Pero de aventura en aventura,
de tren en tren, de puerto en puerto,
te juro que todavía
no he
podido olvidar tu cuerpo.
Y de aventura en aventura,
de tren en tren, de puerto en puerto,
no he podido curar esta
herida;
te amo aún.
Es verdad que palidecí todo el día
luego de decir: "te amo",
y que otras después de ti han venido,
y
marcaron sus dientes en mi piel desnuda,
es cierto.
Es cierto que para encontrar la calma
acaricié su piel
y a
ellas les gustó.
Pero de aventura en aventura,
de tren en tren, de puerto en puerto,
te juro que todavía
no he
podido olvidar tu cuerpo.
Y de aventura en aventura,
de tren en tren, de puerto en puerto,
no he podido curar esta
herida;
te amo aún.
Es cierto que jugué mis cartas
y enjugué sus lágrimas
entre saludos y despedidas
a veces por juego
y otras por nada,
es cierto.
Es cierto que me repetía
todas las palabras que por ti
dije la primera vez.
Pero de aventura en aventura,
de tren en tren, de puerto en puerto,
te juro que todavía
no he
podido olvidar tu cuerpo.
Y de aventura en aventura,
de tren en tren, de puerto en puerto,
no he podido curar esta
herida
pues te amo aún.
Te amo aún,
te amo aún,
te amo aún.